Déjá vu



La habitación se inunda con la luz cálida que entra por la ventana, el sol se mezcla con la luz fría de la computadora.
Frente a la máquina Amador teclea a un ritmo frenético, es su manera de escribir, a una velocidad inusitada, casi desesperadamente. Lo observo, siempre asombrada por esa creatividad apasionada... Lo observo y espero, sentada en mi sillón a que se imprima la siguiente página para corregir.
El está ensimismado, noto que su taza de café hace rato se ha vaciado... Como si leyera mi pensamiento, hace una mínima pausa, toma su taza azul y me mira; me levanto y camino en puntas de pie para no interrumpir el tecleo voraz que comenzó otra vez.
En la cocina preparo su café, como a él le gusta, negro, intenso y apenas cortado con un toque de leche, sin azúcar, bien caliente; preparo una taza igual para mí y vuelvo a la sala. Me detengo detrás de la silla, Amador sigue escribiendo, pero al notar mi presencia estira los brazos e inclina su cabeza hacia atrás, sonríe; dejo las tazas sobre el escritorio y revuelvo su pelo, un poco mas de lo que ya está,es su costumbre cuando detiene el ritmo, revolverse el pelo... Le tomo la cara y lo beso, dice te amo con su boca todavía en mis labios, y yo a vos, respondo sonriendo.
Vuelvo al sillón, tengo varias páginas listas para corregir...

El sonido agudo de la impresora de mi oficina en la editorial, me dice que está lista la primera impresión del libro de un escritor novel...
No es Amador, no estoy en una sala calidamente iluminada por el sol... Nada de eso ha sucedido o quizás si...
Es el dejavú de un sueño.
Bel

1 comentario:

Chio dijo...

Aaaawwwwwwwwwwwww me encantó todito todo!!!!!!!