Declaración patrimonial



Declaración patrimonial

Tengo unos pies incansables
que no cesan en su andar,
tengo unos buenos modales
aburridos de pecar.

Tengo un espejito roto,
un invierno hecho primavera,
un cenicero repleto
y un baño con regadera.

Tengo una cuenta en ceros,
y un par de sueños gastados,
un titulo de caballero
que gane al tirar los dados.

Tengo un corazón herido
que se alimenta de engaños,
mi pelo que ha adquirido
el color de tantos años.

Tengo el valor de llorar
cuando bien vale la pena,
la fuerza de transformar
mi alma en un alma buena.

Tengo la esperanza puesta
en lograr mi cometido,
doble candado en mi puerta
y un amor en el olvido.

Tengo dos tiernos guerreros
por los que daría la vida,
recorremos los senderos
con una vela encendida.

Un arcoiris blanco y negro,
algunos viernes sin treces,
y cada día el milagro
de los panes y los peces.

Tengo una isla desierta
con mis derechos de autor,
un corazón en oferta
que ofrezco al mejor postor.

Tengo un verso y una rima
que hasta hoy no he escrito,
mi fe en Dios, mi autoestima
y la certeza que existo.

Federico Vargas Angeles (Fd Ner Tamid)

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