Parque Lerdo



El Parque Lerdo nos acogió en la juventud del amor, o cuando creíamos que eso era el amor y no otra cosa. Ahí nos refugiamos del mundo, soñando que un día terminaríamos siendo sólo uno, y que la palabra final no existiría.

Ahí conoció mi piel unas manos distintas, y una sacudida que ya no provocaba miedo sino obsesión. Cuántas veces fuimos a inventar un viaje al cielo, a ensayarlo a medias en cada una de las bancas donde pega la sombra por las tardes. Ahí la lluvia nos envolvió algunas veces y subimos como niños al quiosco, para no mojarnos y mantener caliente el corazón.

Ahí en ese parque planeamos la boda, la casa y hasta el nombre de los hijos. Pero la boda pasó pronto, la casa se cayó, los hijos no llegaron. El tiempo pasó y nunca más el parque fue como entonces.

Ayer te vi de nuevo. Ibas de otra mano y con un sentir diferente, lleno de recuerdos distintos. Diez años más sobre tu cuerpo y ahora sí estoy segura de que cuando vuelva a sentarme en esta banca del Parque Lerdo, ya no me sentiré igual…
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3 comentarios:

Abi Finch dijo...

Noooo me mataste Flora!!!!
En el parque Lerdo me dieron uno de mis mejores besos!
En el parque Lerdo, pase horas sentada escuchandole hablar de sus planes futuros!
El maravilloso parque Lerdo!!!
Ahora es a mi nano al que llevo, a escuchar el canto de las aves en las tardes de otoño...
Gracias por recordarmelo Flora!

Flora Isela Chacón dijo...

gracias a ti Abi por tu lectura y por compartir, el Parque Lerdo creo que ha refugiado a muchos, muchos! jeje

Lluvia de abril dijo...

Hermoso Flora!!!!

Besos!

Bel