La Niña y el Mar

La niña corre hasta la orilla
y sin dudar cruza el frío límite ondulado
sumisa el agua se abre cristalina
rozada por su presencia inmaculada


Oye niña: ¿Qué clase de pureza tú derramas
que no eres lluvia fina ni eres agua?
No fluyes ni desbordas como yo
ni asciendes majestuosa como hada


Nunca he visto una figura como tú
tan definida y consistente alma.
Sin embargo eres igual a mí
te reconozco, tienes la pureza del agua clara


Es cierto, tú también eres agua
ya te siento como a la lluvia de verano
cuando se une a mí tan delicada,
enamorada mia muy preciada


Y la niña corre inocente sobre el agua
disfrutando feliz de su frescura
bañando su pureza en la pureza
purificando el agua con su alma


Simbiosis eterna en un instante
entre el ángel pequeño
y la inmensidad creadora
que dió a luz a toda alma deambulante


Por eso el agua la conoce
por eso el querubín feliz retoza en sus entrañas
es que entre el mar y su presencia
reside la mínima distancia


Un ser puro concebido por la inmensidad acuosa
en los albores de la raza humana
que comenzó con una chispa mágica
y culminó con su niña enamorada


Niña no crezcas,
no dejes de ser agua
no te creé para que termines en la tierra
sino para que vivas por siempre en mis entrañas.


Sergio W

4 comentarios:

Lluvia de abril dijo...

Sergio me conmueves... Que maravilloso poema...

"Y la niña corre inocente sobre el agua
disfrutando feliz de su frescura
bañando su pureza en la pureza
purificando el agua con su alma"

Besos muchos para vos!!!

Bel

Anónimo dijo...

Cojonudo,muy Alberti,me gusta ese mar...

Setho dijo...

Excelente, Ser, muy sentido, muy a brisa del mar, muy a pureza del agua....
me gustó, solo uan cosilla sin animod e ofender, o es majestuosa o no es como lo pensé
un abrazo!

Abi Finch dijo...

Vaya Ser, me quede sin palabras, exquisito, divino...
Besos enormes para ti muñe!