...

incluso las cosas más comunes 
y sencillas,se vuelven extraordinarias,
puedes volar,
oír los colores 
entender que el cambio si
radica en uno mismo
pero es necesario adoptar 
y adaptar nuestra realidad...

sabemos que no todos los meses
tienen 31 días y que las sombras 
que en alguno se pudieran detectar
sirvan sólo para aprender 
que los sabores se palpan,
cuando las hormonas se diluyen...

las paredes saben a cielo,
a intimidad escondida,
tratando de volar plenos...

pero también a besos
en las bancas de los parques
de caricias casi negras
en algún callejón solitario...

1 comentario:

Setho dijo...

muy bueno Azul...! muy buena amalgama de sensaciones descritas a la perfección y bastante aplicable a varias situaciones... mu bueno, gracias por compartirlo! un abrazo!