El Cubículo (I)








I – El llamado

En el jardín más bello estaba
Viendo como las rosas se insultaban
Con sus pétalos, labios tan gruesos
Sangrando porque en espinas tenían constantes encuentros

Era la segunda vez que me invitaban
A formar parte de su jovial juntada
Sentado en paz, mientras un te tomaba
Aquellas flores jugando y muriendo en feliz instancia

Progresivamente el suelo se tiñe de rojo
Pero esto a mí no me causa preocupación o enojo
No era la primera vez que lo presenciaba
Pero al mismo tiempo el final del primero no recordaba

Las rosas seguían su danza
A su ritmo mortal y seguro
Mi té estaba por acabarse
El piso se había terminado de teñir de carmesí

Parado en una pequeña piscina de viscosidad
Pude ver como las rosas desaparecieron
Como su colorida vida se había esfumado
Dejando nada más lianas y espinas ensangrentadas


De la profundidad irrelevante de la poza surgieron
Muchas burbujas perfectamente redondas
Inflándose cada vez más a un paso acelerado
Cuando de repente las lianas con sus espinas todas las reventaron

Al brotar todas quede anonadado
Ya que de ellas surgieron ojos, grandes y enfocados
Viéndome a mí con todo el espectro emocional
Yo parado ahí, en medio de un charco viendo ojos sangrar

Todo estaba pasando tan rápido, no lograba alcanzarlo
La idea, la situación, todo!
Ya mis pulmones se estaban negando a funcionar
Un ataque de pánico, en este macabro lugar

Y ni de eso he tenido la delicada oportunidad
Porque otro gran cambio se acaba de dar
En el centro de todo esto, justo frente de mi
Un gran temblor empieza a sacudir

Lentamente empieza a subir
Aquella cosa que definitivamente no puedo definir
Y mientras ella hace su gran ascenso
Yo en mi impotencia comienzo mi descenso


En el suelo acostado me encuentro
Inmóvil, empapado y sobre todo indispuesto
A saber cómo todo esto iba a terminar
Cuando la estructura aquella dejara de temblar

Me volví uno con el charco
Sentí como la sangre me acomodaba
Y frente a mí el gran pilar se templaba
Sus puertas abriéndose me desesperaban

La sorpresa era ver que no era más que un reloj
Uno de esos viejos con su péndulo y esplendor
Cada puntero siendo un ojo
Un reloj sin agujas y ojos, que curioso

El firmamento se aclara y el cielo se hace obvio
El reloj en su centro muestra un brillante decoro
Pero poco a poco se empieza a desmoronar
Y una gran boca con labios cortados se deja desnudar

Paralizado sigo yo ante todo esto
Un sufrido espectador de algo que al sentido deja tuerto
Resigne mi esperanza de la normalidad en ese momento
Y la boca de ese reloj lentamente se va abriendo


Un sonido nefasto y tenebroso esperaba
Mas sin embargo mis expectativas fueron defraudadas
De aquel monumento tétrico no salió nada más que un sonido agudo
Uno que yo reconocí como la llamada a todos mis augurios

Abrí los ojos y vi mi mesa de lado
Era la alarma de mi teléfono celular
Haciéndome saber de su éxito en haberme despertado
Un sueño loco más para mi bitácora existencial

La realidad ahora es otra, la verdadera
La que me dice que ya la hora está cerca
Donde debo despojar de mí la habilidad placentera
De imaginarme mundos imposibles en mi cama tan bella

Porque nuevamente había llegado
El momento de afrontar el mundo de un responsable humano
Ya estaba despierto, no mas reino soñado
Era hora de encarar la realidad

Hoy es un día de trabajo

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