Ni MÁS NI MENOS QUE ESO
Que se yo, no me sale ser honesto con metáforas
así que seré libre con mis versos esta vez...
Que decirte, los terrones de lo cotidiano
me suturan cada tanto la alegría, los sabios
dicen que pasa más seguido de lo que uno sospecha...
Y así voy, guardando mucho más de lo deseado
en el poco cristalino perchero de la memoria,
olvidándome mientras tanto de alimentar
los peces de colores de estos sueños alfombrados,
es más lo que callo que lo que digo, más lo que argumento
que lo que escribo, más duro el poema por venir,
mi brújula se desorienta amordazada y perniciosa.
Llega un momento en que me aburro de escuchar las mismas
razones recalentadas, las mismas reglas impresas,
bien lavadas y planchadas desplegando sus estacas.
No se que te parece, me quejo mucho, ¿No es cierto?
Es que siempre gotean guerras las esquinas donde paso,
y es un poco húmedo el fondo del pozo y los mosquitos
son más hombres que mis brazos, y el coraje y tanta ausencia...
Pasa que me suelo olvidar el paraguas cuando hay chaparrón
y la tabla salvadora en los naufragios; será un arte
a lo mejor exigirle a los demás todo eso que no logro,
¡Pero es que la espuma otrora blanca hoy está amarillenta
y abejas asediando mis sonrisas amenazan mi paciencia!
Todas las amarguras con sutil delicadeza se transforman
en cicatrices, que se quedan tanto como los peores vecinos,
como el tranco cansino de esas horas con minutos amordazados,
como los gestos arquitectos de lo bello que no siempre surgen...
Sigue sin quedarme claro, si es el azúcar en el café lo que
se disuelve o es nuestra vida que es un golpe en el rostro cobarde
que pega y se oculta...Diariamente o más a menudo de lo deseado
todo parece un montacargas de problemas, una carta de renuncia,
una sombra deportada del estado independiente de la luz...
Sí, es mucho lo que sabe a poco, más lo que duele que lo que cura;
23:15, los cuatro jinetes apocalípticos pasan saludando a la
incrédula multitud, a lo mejor soy yo o es cada vez más seguido...
Lo sabés bien, tengo a mano una escalera que acorta las lejanías,
que me falte algún consejo no me lleva a andar buscándolo,
floto tan a la deriva como el resto, soy una cifra en el césped,
un voto tirado normalmente a la basura, un ensayo utópico,
tal vez si haría más y parlaría menos...Quizá si lo intentaría...
Soy bombero de un asado de doble apellido, soy marino y también
malandra, soy malambo, carnaval e ingenuidad, y de tanto que soy
dudo que una vez cada tanto al menos sea yo mismo el del espejo...
Y aquí me siento con más barro que elegancia, interrogándome,
¿Como se llamaba la serpiente esa que vendía manzanas podridas?
Ah, sí, Kristina, ¿Que será de su vida, su marido y su Antonini?...
El viento despeina mis lamentos, la noche es una lechuza atenta.
En mi cargo de subsecretario de mi olvido selectivo me despido,
dejo en las cuatro estaciones de mi mundo mi danza de obstinación,
escribo las líneas que tu susurro me dicta, visto con la ropa
de mis palabras los desnudos renglones que archivan murmullos,
mañana no será hoy, sino otro nuevo idioma, una risa, una almohada,
una tibieza...En fin, un nuevo día, ni más ni menos que eso...
Mariano
4 comentarios:
"En mi cargo de subsecretario de mi olvido selectivo me despido,
dejo en las cuatro estaciones de mi mundo mi danza de obstinación,
escribo las líneas que tu susurro me dicta, visto con la ropa
de mis palabras los desnudos renglones que archivan murmullos,
mañana no será hoy, sino otro nuevo idioma, una risa, una almohada,
una tibieza...En fin, un nuevo día, ni más ni menos que eso..."
Siempre me gusta tu manera de poner en palabras lo que yo no podré decir nunca... Miedos, dudas, incertidumbres, broncas... Y siempre adoro tu manera de dejar todo eso atrás para dar paso a la esperanza de que todo puede ser tan simple como una risa, la tibieza de un cuerpo, un nuevo día... Excelente poema Eze!!!!
Besos desde Córdoba a Colón!!!! Ni mas ni menos...
Bel
Soy bombero de un asado de doble apellido, soy marino y también
malandra, soy malambo, carnaval e ingenuidad, y de tanto que soy
dudo que una vez cada tanto al menos sea yo mismo el del espejo...
Y aquí me siento con más barro que elegancia, interrogándome,
¿Como se llamaba la serpiente esa que vendía manzanas podridas?
Ah, sí, Kristina, ¿Que será de su vida, su marido y su Antonini?...
Como siempre Mariano me sorprende, desde el primer poema que le eh leído, cuanta pasión y sinceridad al escribir, se nota que en verdad amas la poesía, sigue escribiendo , un saludo para todos nosotros amantes de la libre expresión.
Ezequiel, que buen texto!!! es genial como lo que siempre escribís y ademas con tu sello distintivo!
y ademas revelando un secreto tan importante, como ser quien fue la serpiente que venida las manzanas prohibidas...
excelente Eze... un abrazo!
Felicidades esta excelente
Sigue sin quedarme claro, si es el azúcar en el café lo que
se disuelve o es nuestra vida que es un golpe en el rostro cobarde
que pega y se oculta...
Excelente:)
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