53,54,55,56 de 100 sonetos y un suicidio


LIII

PEPE RISI

Olvidar a Pepe Risi es matarlo
emular sus canciones defraudarle,
desprendido talento del cigarro
de la mente de un maestro memorable.

Lou Reed elipense mueve caderas,
profeta urbano en chupa de cuero,
bandera de Burning por las carreteras,
estampa del líder del rock callejero.

Los grandes mueren sin llegar a viejos,
mentirlas heredamos por consejos,
huyendo del rico como de la peste

me dan las tres otra noche más sin tí,
me dí cuenta que en las calles de Madrid
no quedan sitios con chicos como éste.


LIV

SOY

Soy y de momento ser, ya es ser algo,
mas me valgo por saber quien no seré,
a veces voy, otras veces nunca salgo,
a veces dudo todo aquello que no fue.

Sólo soy si tu a mí sólo me eres
me reafirmo en la firma de mi no,
a veces soy un ser de muchos seres
otras veces sólo soy un simple yo.

Existo pero no pienso quedarme
más conmigo en un mí conmigo mismo
reviviendo para luego no vivir,

me quedo para luego no marcharme
al ser que hay detrás del otro abismo
el abismo del querer siempre existir.

LV

COMO CURAS Y FARSANTES


Camino de puntillas por la acera
quimera de tus pasos solitarios,
esquivo el alcanfor de la frontera,
protesto el titular de los diarios.

A mi edad sin años y achacosa
cualquier rosa envejece primaveras,
cualquier dama que me ame será hermosa
cualquier día será el día que me quieras.

No engatuso pretextos delirantes
doctrinando como curas y farsantes
el dogma tutorial sin tutoría,

si denuncio la verdad de los amantes
con su cama, sus gemidos sofocantes
alcanzando el umbral de la poesía.


LVI

POR MI BIEN

No se trata de asimilar verdades
probablemente sea mi última carta,
mi soledad esta demasiada harta
de pedir tantas oportunidades.

No predico la copla de la pena
tantos besos nunca son bastantes,
no hay lumbre donde hubo fuego antes
ni corre el llanto eterno por mis venas.

Ni mi vista se asoma a tu ventana,
ni dejo el ya vendrá para mañana
ni riego con milagros anchas vedas,

es mejor olvidar a quien provoca
ya escupí tu saliva de mi boca
por mi bien dulce niña, ahí te quedas.

Rubén Anyolini.

3 comentarios:

Setho dijo...

excelente como siempre... me gustó sobre todo como curas y farsantes... gracias por compartir :D

Lluvia de abril dijo...

Muy buenos Rubén!
Coincido con José con Como curas y farsantes :)
Besos!!!
Bel

Abi Finch dijo...

Como siempre, excelente!