Recuerdos...

Anoche leí en un libro de Isabel Allende una frase que me hizo saltar las lágrimas de emoción… Me hizo recordar de repente muchos momentos que pasamos juntos, y me vi en un instante abrazada al libro y con la mirada perdida en el techo de mi cuarto.

Allí se sucedían las imágenes, tu llegada en la mañana, la sonrisa dibujada en mi boca, que se transforma en risa y en beso después, la forma de sacarte la ropa sin el menor reparo y tu mirada sobre mi cuerpo aún vestido que me indica que tengo que hacer lo mismo y lo hago… Disimulamos unos minutos y después  rodamos juntos por la cama o por el suelo, da igual, nuestros cuerpos se reconocen, se buscan, nuestras manos interrogan los lugares mas secretos y las bocas serpentean los caminos conocidos, nos descubrimos como niños, nos olfateamos como cachorros, jugamos el juego mas limpio del mundo, con tus ojos en los míos, con tus manos en mi pelo y las mías aferradas a tu espalda, somos capaces de volar sin alas, de elevarnos del piso como si una alfombra mágica estuviese bajo mi espalda o la tuya… Somos uno en el momento del estallido y Aute canta Sin tu latido, el cuarto gira  y  todos los caminos conducen al hueco que se hace entre tus brazos, adonde puedo quedarme acurrucada, agitada y sudorosa por el resto de mis días…

El timbre del teléfono me vuelve a la realidad… Se cae el libro de mis manos y al levantarlo vuelvo a leer la frase que me llevó hasta vos:
Nada es tan maravilloso como hacer el amor, amando”

Bel