Otro cuento ( juego de niños)


 JUEGO DE NIÑOS



Ta-ta-ta-ta-ta-ta salía de la boca de Alberto, el sonido real, para la imaginaria arma que sostenía en sus manos.- ¡te di! ¡Te di! ¡Perdiste! ¡Perdiste! - Santiago yacía tirado en el suelo, herido por el arma de Alberto, sus dedos en forma de pistola.
Alberto se acerco y pateo a Santiago, eso lo había visto hacia un par de días, en un retén militar… que después del golpe de estado, eran tan comunes como ver el sol caer rendido ante la luna cada noche, ¡levántate perro!, esto lo había escuchado también en un reten, pero diferente del primero, algo que pudo ver claramente fue la cara de venganza desmedida y posiblemente injustificada que brotaba desde dentro de los militares mientras golpeaban la gente, se mordió los labios, y le pego a Santiago con todas sus fuerzas.
Santiago molesto se levantó y se abalanzó sobre, Alberto, la jugarreta terminó con ambos en envueltos en moretes y llantos, y una vecina separándolos mientras gritaba desesperada ante la fuerza de los pequeñines, que no pasaban de nueve años.
Al día siguiente todo paso como si no paso nada, Santiago con el ojo morado y Alberto con la espalda moreteada, se volvieron a juntar como amigos de siempre, fueron juntos al río, se bañaron, espiaron juntos a la hija del capataz, una jovencita muy linda que rondaba los quince años, y tenia la costumbre de bañarse, al aire libre, en una parte del río, alejada de el caserío, luego fueron a comer a la casa de Alberto, mas tarde jugaron futbol un rato, en este deporte es que Santiago era un astro, “bailaba” sin remedio a todos sus amiguitos, luego de una hora de este entretenido juego, Santiago estaba rendido, pero Alberto que era un defensa tan estricto que nunca paso la media cancha y en realidad tocó el balón algunas tres veces, como estaría cansado a la hora en que Jorgito, enojado les quito a todos su balón de trapos viejos, porque no le “valieron una falta”.
Esa misma tarde Volaron Cometa juntos, hasta que llegaron a un nuevo reten, los niños prodigiosos por su edad pasaban entre los militares y los “manifestantes” que querían que el presidente regresara, pasaron corriendo y decidieron jugar de nueva cuenta a “la guerrita”; mientras estaban al lado de un oficial cualquiera, decidieron quitarle el “tolete” para jugar mas real, pero aquel desgraciado oficial no tenia la menor intención de dejarlos, fue cuando los vió corriendo, que les grito : ¡quédense quietos hijos de puta! Y ante la indiferencia de los niños, sacó su arma de fuego y disparo sin piedad a uno de los niños…
Militares y manifestantes, detuvieron su batalla unos segundos, los suficientes, para ver caer al menor Abatido soltando el tolete…
Santiago se tiró sobre Alberto… ¡Alberto! ¡Albertito!... ¡Albertoooo! , Mientras lloraba en los hombros de uno de los revoltosos que se acerco a auxiliarlos, Santiago repetía… ¡Alberto siempre gana! ¡Siempre! ¿Cómo pudo perder hoy?
El oficial dueño del tolete, lo recogió y pateando a Alberto para asegurarse de su muerte, se levanto los lentes y le dijo a Santiago… ¡alguien siempre tiene que perder! Y te aseguro que no iba a perder hoy…


4 comentarios:

Lluvia de abril dijo...

Tan real y tan triste que duele... Siempre te digo que me gusta tu faceta de narrador...
Un beso inmenso...

Bel

Ezequiel dijo...

Como dice Bel,duele por ser real y triste.

Un abrazo,José!

Setho dijo...

Bel y Eze, gracias por tomarse el costo de leerme y aun mas de comentarme, si pareció real cumplió en parte su objetivo... muchas gracias!
saludos!

Sergei dijo...

ufff qué crudo!
Aunque sea ficción estremece, y si no lo fuera.... no quiero saberlo...
Muy buena narración José!!
Un abrazo!!!!