Y cuando te vayas llévate todos los poemas, las caricias que soñé regalarte, los suspiros que llenaron las noches cuando más te pensé; no me dejes la libreta abierta, y en la banca del parque todas las luciérnagas del mundo que volaron tras de ti…
Tan poco tiempo y aprendí a medirte la respiración, tus preocupaciones y tus descansos, y siempre me faltaban horas para recontarte las pecas y el parpadeo de tus ojos cafés…
Tanta la distancia y te quedaste adentro como un dolor de siempre, como si no fuera apenas ayer cuando te conocí y sin pensarlo, sin quererlo, te hice de mí…
Tan cobarde y nunca dije te quiero, ni te miré a los ojos para no traicionar al corazón, para no esperar una respuesta ni salir de esa fantasía que me tenía, me tiene, siempre pendiente de ti…
Y no sabes las ganas que tenía de decirte no te vayas, quédate más, aunque seas tan ajeno y sea el silencio el que hable por mí, aunque los poemas sigan danzando todas las noches a tu alrededor…
1 comentario:
muy bueno flora, muy vivida la situación, muy autentica y entendible, me gustó mucho, gracias por compartir
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